lunes, 7 de mayo de 2012

FOTOS FINALES


A continuación dos unas fotos de nuestra última representación.

¡ADIÓS MELOCOTÓN!


     HEMOS TERMINADO DE COMERNOS EL MELOCOTÓN



Y lo hemos hecho a favor de la ONG. Asociación  Escuelas Sansana, para recaudar fondos para un proyecto de educación infantil en Burkina Fasso.
El salón de actos del Instituto Beatriz Galindo, presentaba un aspecto extraordinario, prácticamente ocupadas sus doscientas cincuenta localidades, de un público que se lo pasó muy bien con las peripecias de la monja y los atracadores, como se puso de manifiesto con las continuas carcajadas durante la representación y los interminables aplausos al finalizar, que obligó a los actores  a saludar repetidas veces.

Atrás han quedado más de 200 horas de ensayo, hasta que el melocotón maduró y le pudimos dar el primer mordisco el día 14 de enero en el Centro Cultural Alfredo Kraus, a lo que siguieron otros nueve en otros centros culturales, casas regionales, colegios etc., algunos de los cuales no estaban programados inicialmente, pero que nos fueron solicitados por, principalmente,  O.N.G´s  y centros culturales o de mayores.
Como director de “El teatrillo de Chamartín”, me siento satisfecho, por el trabajo desarrollado por todos los componentes del Grupo, la aceptación  de mis  escasos “comentarios”, su profesionalidad y entrega, que ha sido la razón y la causa del enorme éxito que hemos tenido. Me siento orgulloso, de haber dirigido a este maravilloso grupo, que, siempre, ha actuado de forma desinteresada y altruista.
También hemos sido muy felices de haber podido colaborar con tres O.N.G´s., que han conseguido importantes ingresos para financiar  proyectos humanitarios, que consideramos ya como nuestros.
Desde aquí, y, en nombre de todo el Grupo, quiero dar las más expresivas gracias a:
A la  parroquia de San Miguel de Chamartín, que nos cede el local donde realizamos los ensayos.
A las Hermanas de Santa Teresa, que nos han cedido la furgoneta para trasladar el mobiliario.
A todas aquellas personas, que han colaborado cediéndonos parte del mobiliario y atrezo, que nos ha permitido montar un escenario, sencillo, pero adecuado y vistoso.
A los directores y personal de los Centros donde hemos actuado, por su ayuda en el montaje de la obra
A los familiares de los actores, que han soportado sus ausencias en los largos y constantes ensayos y representaciones-
Y,  cómo  no, al público,  que ha llenado los teatros donde hemos actuado,  que con sus aplausos nos animan a seguir en este camino de tratar de hacer felices a la gente, a través del teatro.      

Como colofón a esta temporada, nos reunimos junto con los familiares, en una cena en el RESTAURANTE CANTABRIA, donde brindamos por habernos comido el “MELOCOTON EN ALMIBAR”, y, empezamos a hacer planes para derrotar al duende que Carlos Llopis nos ha colado en nuestro próximo proyecto

                          NOSOTROS, ELLAS  Y EL DUENDE”

 que esperamos suponga un nuevo éxito en nuestra actividad teatral.

                       

                                      José Ignacio Pradera

                                              “el dire”

  

DE PARTE DE SOR MARIA DE LOS ANGELES


REQUIEM POR UNA MONJA 

Por Sol Gimeno
El pasado día 4 de mayo, desapareció de mi vida, sigilosamente, como había entrado,   Sor María de los Ángeles y yo siento un gran vacío, me acuerdo mucho de ella, la echo  de menos. En estos últimos meses me había acostumbrado a su compañía, a su constante ir y venir, a su constante cháchara, a “sus cosas”.
Era una monja nada convencional, ya entradita en años, pequeñita, pizpireta, charlatana, simpática, servicial, pedigüeña y chismosa muy chismosa; un poco ácrata, y muy generosa  con los que ella llamaba “sus queridos pobrecitos”.
Se ha ido, pero yo sigo recordándola como la descubrí allá por la primavera del año 2011. Desde el primer momento pensé que con Sor María habría un antes y un después, y aunque con ella he pasado buenos y malos ratos,  si lo pongo todo en una balanza, tengo que reconocer que ha sido una experiencia inolvidable, que nunca se repetirá. Con Sor María compartí minutos de gloria y hasta un público rendido a nuestros pies.
A través de ella he conocido a otra mucha gente: A una putilla llena de sensibilidad, a la que se la saltaban las lágrimas cada vez que oía llorar a un niño, porque su mayor ilusión era tener un hijo. A su chulo, a veces cruel, otras tierno, y siempre atractivo. A su tío, ¿o no era su tío? un  gánster mandón y pretencioso. A su padre, que desde luego no era su padre, siempre enfermo y tembloroso a causa de la fiebre, tosiendo su pulmonía y luchando contra su miedo a la vida y a la muerte. Al “Duque” un gánster duro y baqueteado por la vida, pero que podía acompañara a Sor María en sus oraciones y que misteriosamente presentaba dos personalidades,  como también las presentaba la dueña del piso Doña Pilar que a veces parecía joven y coqueta con sus faldas y blusas de gasa, buscando una nueva oportunidad para olvidar  su viudedad, en brazos de un nuevo marido y otras seguía vistiendo de alivio de luto y dejaba caer unas lagrimitas cada vez que lo recordaba.
En fin todo llega y todo pasa y nuestra querida monjita ya nunca más se escapará sigilosamente de su convento para verse con los otros personajes en cualquier escenario de cualquier lugar de Madrid alrededor de un bote cualquiera de Melocotón en Almíbar. “El Teatrillo de Chamartín”, su director, actores, y colaboradores les estarán eternamente agradecidos a Sor María, Doña Pilar, Nuria, Federico, Carlos, “el Duque” y “el Nene”.